Este espacio en [de]construcción es un registro de cuerpas asesinadas en la crueldad que la heterosexualidad como régimen político detenta para ciertas existencias.

Travas, tortilleras, maricas, tomboy, prostitutæs, mujeres trans, mujeres estigmatizadas, trabestias, racializadas, migrantas, monstruas, cuerpas mutantas, que ya no están.

Aquí hay muertas, maravillosas existencias, quitadas de la vida por los eternos envidiosos de su maravillosidad. Hay muertæs bilipendiadas por la prensa y la sociedad, de esæs que desbordan los márgenes de la pacificación forzada de estos tiempos y que son auto-responsabilizadas por los asesinatos, agresiones y vejaciones que se les cometieron.

Aquí hay muertas, estigmatizadas porla normalidad que procrea constante distintas formas para intentar controlarnos, para intentar aniquilar y desposeernos de la potencia de nuestras rarezas y capacidad de singularizar.

Aquí hay muertas, asesinadæs, a quienes matan no sólo para quitar una vida, sino como método para expropiarnos a muchas, la capacidad de intentar otras vidas posibles fuera de las trazadas por el deseo de normalidad.


Este espacio es al mismo tiempo un archivo, un homenaje, un memorial. Es también otras cosas... tal vez un vómito, un canalizador, una tormenta de lágrimas poderosas. Es un llamado al recuerdo, un aullido de guerra a la guerra, un entramado de historias de læs desterradæs de la Historia oficial. Es un latido de memoria, una llamada a no dudar de lo que presencian nuestros sentidos cuando percibimos el exterminio que nos rodea, una maldición a quienes nos han puesto las manos encima para dañarnos. Aquí en este espacio cubierto de muertæs, no hay hechos aislados.



Y Hay tantas y quisiera nombrarlas a todas, no olvidar a ninguna. Con todæs en el putito corazón...




sábado, 26 de octubre de 2019

La Chicho Cirinos Etcheverry: Travesticidio/transfemicidio en La Plata Argentina



La Chicho Cirinos Etcheverry (49 años) fue asesinada con 14 

puñaladas en la ciudad de La Plata, Argentina, el 26 de octubre (2019). El maldito asesino cuyo nombre es Tomás Cerletti (22 años), la atacó por la espalda, acuchillándola con saña y dejándola desangrarse en plena vereda. 
El ataque quedó registrado en un vídeo de una cámara del terminal de micros (omnibuses) platense.  En ese registro visual se puede dimensionar la crueldad, el odio y la plena impunidad con la que Cerletti ejecuta el transfemicidio de la Chicho. 
El padre del transfemicida, haciendo honor a la complicidad instantánea que se da entre agresores y femicidas heteromachos, le ayudó a lavar la ropa ensangrentada con la que llegó su hijo a casa. 


“Estamos hartxs, cansadxs, pero no nos van a doblegar. Nos organizamos contra tu violencia cistemática (sic), capitalista, racista y odiante, que prefiere chongos asesinos que maricones”, señalaba la convocatoria de la marcha por la Chicho... “fue asesinada por vivir su deseo, su identidad, por yirar y habitar el espacio público”.

Hasta siempre... No están olvidadas.


PRENSA:

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