Este espacio en [de]construcción es un registro de cuerpas asesinadas en la crueldad que la heterosexualidad como régimen político detenta para ciertas existencias.

Travas, tortilleras, maricas, tomboy, prostitutæs, mujeres trans, mujeres estigmatizadas, trabestias, racializadas, migrantas, monstruas, cuerpas mutantas, que ya no están.

Aquí hay muertas, maravillosas existencias, quitadas de la vida por los eternos envidiosos de su maravillosidad. Hay muertæs bilipendiadas por la prensa y la sociedad, de esæs que desbordan los márgenes de la pacificación forzada de estos tiempos y que son auto-responsabilizadas por los asesinatos, agresiones y vejaciones que se les cometieron.

Aquí hay muertas, estigmatizadas porla normalidad que procrea constante distintas formas para intentar controlarnos, para intentar aniquilar y desposeernos de la potencia de nuestras rarezas y capacidad de singularizar.

Aquí hay muertas, asesinadæs, a quienes matan no sólo para quitar una vida, sino como método para expropiarnos a muchas, la capacidad de intentar otras vidas posibles fuera de las trazadas por el deseo de normalidad.


Este espacio es al mismo tiempo un archivo, un homenaje, un memorial. Es también otras cosas... tal vez un vómito, un canalizador, una tormenta de lágrimas poderosas. Es un llamado al recuerdo, un aullido de guerra a la guerra, un entramado de historias de læs desterradæs de la Historia oficial. Es un latido de memoria, una llamada a no dudar de lo que presencian nuestros sentidos cuando percibimos el exterminio que nos rodea, una maldición a quienes nos han puesto las manos encima para dañarnos. Aquí en este espacio cubierto de muertæs, no hay hechos aislados.



Y Hay tantas y quisiera nombrarlas a todas, no olvidar a ninguna. Con todæs en el putito corazón...




miércoles, 27 de enero de 2016

Sandra Cabrera [27 octubre 1970 – 27 enero 2004] Trabajadora sexual y dirigenta sindical, asesinada en Argentina

Publicación de AMMAR

"12 años sin Sandra Cabrera, 12 años de impunidad"

Trabajadoras Sexuales y representantes de distintas organizaciones políticas y sociales recordarán a Sandra Cabrera, líder de Ammar Rosario, a 12 años de su asesinato. Durante el acto, exaltarán su lucha por el reconocimiento de los derechos de las Trabajadoras Sexuales. 







Sandra Cabrera, líder de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR) Rosario murió el 27 de enero de 
2004. Le dispararon a quemarropa con un arma calibre 32. Su cuerpo fue hallado entre las calles Santa Fé y San Lorenzo de Rosario. Días previos, la dirigente sindical, defensora de los derechos de las Trabajadoras Sexuales, había denunciado la complicidad entre la policía y el crimen organizado para tratar y explotar sexualmente a niñas y adolescentes en cercanías a la Terminal de Ómnibus.



12 años después de su asesinato, las meretrices y representantes de distintas organizaciones políticas argentinas le rendirán homenaje y reabrirán la Secretaría General de Ammar en Rosario. La actividad se llevará a cabo el miércoles 27 de enero a las 18 hs. en el Concejo Municipal de la Ciudad (Córdoba 580).

Participarán como panelistas Eduardo Toniolli, Concejal de Rosario por el Frente para la Víctoria y Ex Diputado Provincial de Santa Fe por el Movimiento Evita; Esteban Paulón, Subsecretario de Diversidad Provincial en Santa Fe; Victorio Paulón, Secretario de Derechos Humaos CTA Nacional; Eridania Abreu, actual Secretaria General de Ammar Rosario y Georgina Orellano, Secretaria General de Ammar Nacional.



“El 27 de enero nos encontraremos para mantener viva la memoria de Sandra y reiterar que su lucha no fue en vano. Las Trabajadoras Sexuales seguimos organizadas y firmes en el propósito de lograr el reconocimiento de nuestros derechos. Desde su muerte nos costó mucho reabrir la filial de Ammar en Rosario porque las compañeras tenían miedo de denunciar la Violencia Institucional que sufren cotidianamente, sin embargo, nunca dejamos de acompañarlas y este año reactivaremos la Secretaría General de Ammar en la Ciudad. Una gran noticia para el movimiento de Trabajadoras Sexuales en el país”, dijo Georgina Orellano, Secretaria General de Ammar Nacional.


 El único imputado por el asesinato de Sandra Cabrera fue Diego Víctor Parvluczyk, ex oficial de la Brigada antinarcóticos de la Policía Federal, pero en 2007 el juez Alfredo Ivaldi Artacho lo declaró sobreseído. Tres años después la causa prescribió y el femicidio de la dirigente de Ammar quedó impune. La denuncia presentada por ella y dos compañeras más en los Tribunales de Santa Fe en 2004, donde señalaban a los jefes de la División Moralidad Pública de la Policía de participar en la explotación sexual de mujeres y niñas en Rosario en asocio con proxenetas, no tuvo resultados en la justicia.

“Las Trabajadoras Sexuales rosarinas le rendiremos homenaje a Sandra. Algunas no tuvimos la oportunidad de conocerla pero ella es símbolo de nuestra lucha. Sus reivindicacione son las nuestras, así que seguiremos organizadas y reabriremos la filial de Ammar para seguir defendiendo nuestros derechos y los de nuestas compañeras”, expresó Eridania Abreu, Secretaria General de Ammar Rosario.

El 27 de enero de 2011, las Trabajadoras Sexuales nucleadas en Ammar, colocaron una placa en honor a Sandra en las calles donde fue encontrado su cuerpo. En el texto reza: “Aquí fue asesinada SANDRA CABRERA, militante popular y dirigente de Ammar, víctima de la Violencia Institucional. 27 de enero de 2004”

  
ACERCA DE AMMAR

AMMAR es la Asociación que reúne a las trabajadoras sexuales del país, con el objetivo de defender, promover y hacer respetar sus derechos humanos y laborales a partir del auto-reconocimiento. El Proyecto AMMAR se fundamenta en la importancia de la auto-organización de un sector de mujeres y busca fortalecer a quienes la integran mediante la defensa de la libertad laboral, el conocimiento y ejercicio de sus derechos humanos y la generación de estrategias para el cuidado de su salud integral. Desde 1997 integra la Red de Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex). http://www.ammar.org.ar





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Extraido de wikipedia


"Sandra Cabrera (San Juan, provincia de San Juan, 27 de octubre de 1970 – Rosario, 27 de enero de 2004) fue una dirigente sindical argentina que fuera asesinada sin que hasta la fecha se haya individualizado al autor del hecho.


En 1994 se radicó en Rosario y allí comenzó con su militancia sindical en la AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina), sindicato adherido a la CTA, del cual llegó a ser secretaria general de la delegación Rosario.



Su militancia sindical se caracterizó por la lucha por los derechos de las trabajadoras sexuales, y por las denuncias por corrupción de integrantes de la policía, lo que le ocasionó constantes amenazas a su integridad física y a la de su hija Macarena. También luchaba desde el sindicato por el reconocimiento de su personería por el Estado y la organización de una obra social. También presentó un proyecto para la derogación del Código de Faltas de la provincia de Santa Fe.

Fue muy reconocida por sus pares por su compromiso social. Hacia fines de 2001, durante la crisis en que ingresó la economía argentina, Cabrera gestionó la entrega de cajas de alimentos para sus compañeras porque, según afirmó el 24 de diciembre de 2001, «había muchas compañeras que no tenían nada para comer». Al repartirse los alimentos desde las 8 hasta las 22, no pudo festejar la Navidad con su hija pero recordaba que ella le había dicho «que me quedara tranquila, porque gracias a lo que habíamos hecho el día anterior muchas compañeras habían tenido con que festejar». Trabajó, además, por la prevención del contagio del sida.

Cabrera continuó denunciado casos de corrupción ante la justicia y las autoridades policiales y aunque muchas veces las denuncias eran archivadas sus acciones resultaron en la separación de sus funciones de algunos policías y la disolución del aparato mafioso-represivo de la policía provincial de Moralidad Pública."

"En noviembre de 2003 hizo la denuncia de amenazas contra ella y su hija ante la seccional Rosario de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), sindicato que agrupa empleados públicos, que también forma parte de la CTA. El ATE a su vez derivó la denuncia al Subsecretario de Justicia de la Provincia de Santa Fe, Diego Giuliani, y al jefe de Seguridad personal de la Policía de Santa Fe, comisario Aguilar.

A partir de ese momento, a Cabrera se le dio custodia policial en su domicilio pero las amenazas no cesaron. El hostigamiento continuó, y en diciembre de 2003 fue golpeada dentro de su domicilio con la custodia policial en la puerta.

Sandra Cabrera murió asesinada con un tiro de 9 mm, en la nuca, el 27 de enero de 2004. Le habían advertido que cesara con sus denuncias. Por su muerte, quedó imputado y detenido Diego Parvlusik, oficial inspector de la Policía Federal en Rosario. Después del asesinato, un pasacalle ubicado frente a la calle Córdoba decía «Sandra, tus compañeras vamos a seguir con la lucha»."





viernes, 15 de enero de 2016

Katherine de Pedro Veléz [1992 - 15 de enero de 2011] crimen lesbofobia en Puerto Rico

Katherine de Pedro Veléz,  a sus 19 años muere acuchillada por  Jonathan Navarro Haddock quien es el ex-pareja de la novia de Katherine.

Este asesino lesbofóbico fue sentenciado a 111 años de cárcel. Al dar la sentencia el juez en una muestra de total de su misoginia y machismo, le manifestó al imputado: "me hubiese gustado ver a un joven de 24 años haciendo muchas cosas y no pasando tanto tiempo en la cárcel"... Como siempre para la moral dominante es más fácil empatizar con los agresores machistas feminicidas, que con las que se les ha arrebatado la vida. 
Además agregó que con esta sentencia "los familiares podrán pasar la página" ¿te parece acaso que se pueda pasar página cuando te han asesinado a una ser querida, de una de las maneras más crueles como lo son los crimenes de odio y por misoginia?

 

PRENSA :

ASESINAN JOVEN LESBIANA EN ARROYO PR POR RELACION SENTIMENTAL CON MUJER 

cárcel a hombre que asesinó novia de su ex esposa

lunes, 4 de enero de 2016

"DESNUDADO" por Minnie Bruce Pratt [texto a partir del asesinato transfóbico de Brandon Teena]


La noticia del Times no es más que unos centímetros de palabras ocultos en las últimas páginas del diario que extendí sobre la mesa de nuestra cocina. Sólo reparé en ella por el título, por el repentino temor de que casi podríamos ser tú y yo: “Encuentran asesinada a una mujer que se hacía pasar por hombre y a otras dos personas.” El día de Año Nuevo, Brandon Teena, que había nacido hembra y vivía como un hombre en una pequeña ciudad de Nebraska, fue acribillado en una granja junto con la amiga blanca con la que se alojaba y un hombre afro-estadounidense. Brandon fue el único al que mutilaron con un cuchillo. La semana anterior lo habían violado los dos hombres a los que finalmente se detuvo por el asesinato. Pero antes, decididos a demostrar que “en realidad” él era una mujer, lo habían desnudado en una fiesta frente a una mujer con la que había salido. Unos días antes la policía había decidido que su vida era una impostura amenazadora. Cuando lo detuvieron por una infracción menor y su identificación no coincidió, la policía se aseguró de que la ciudad supiera que él mentía respecto de quién era. Pero él era claro con sus amig*s. Se sentía un hombre; no se sentía una mujer ni una lesbiana. No tenía dinero para operarse, todavía. En cuestión de un mes, estaba muerto.Cuando era chica tenía una pesadilla que aún reaparece en ocasiones: Estoy parada desnuda en el centro de un círculo de gente. Se ríen de mí, me señalan, gritan palabras soeces o me observan en silencio. Ell*s están vestidos. Yo estoy desnuda, reducida a mi cuerpo femenino, y siento vergüenza. Hay algo en mí que está mal. Antes pensaba que sólo las mujeres tenían esa pesadilla. Ahora pienso que todo el mundo sueña que lo desnudan, pero los dedos que señalan nos acusan de diferentes delitos. La gente estira la mano para demostrar que sabe mejor que nosotr*s mism*s cuál es la verdad sobre nosotr*s. Nos despojan de nuestra ropa, nuestras palabras, nuestra piel, nuestra carne, hasta que no somos más que una pila de huesos de carnicería, y luego señalan y dicen que eso es lo que somos. Me siento en nuestra cocina y leo un artículo del Village Voice sobre los asesinatos. La redactora, una lesbiana, chismea alegremente con ex novias de Brandon y repite detalles lascivos: cómo “ella” las engañó con un dildo, cómo “ella” no permitía que le tocaran el pecho, los muslos, los genitales. La redactora admite que Brandon vivía como un hombre, pero lo desnuda para demostrar que no lo era. Para ella, todo tiene que coincidir –genitales, ropa, pronombres-. Por otra parte, no podía ser tan buen amante de mujeres a menos que fuera una mujer. Ella decide que él es una lesbiana confundida; su tipo de lesbiana, escribe, una mujer butch que la atrae, que la calienta. El comisario, que se había negado a detener a los violadores cuando Brandon los denunció, dijo: “Por lo que a mí concierne, pueden decirle eso.” A lo largo de todo el artículo, la redactora lo llama ella: “La acribillaron.” La redactora nunca menciona que murió cuando insistió en que él iba a elegir sus propios pronombres.