Este espacio en [de]construcción es un registro de cuerpas asesinadas en la crueldad que la heterosexualidad como régimen político detenta para ciertas existencias.

Travas, tortilleras, maricas, tomboy, prostitutæs, mujeres trans, mujeres estigmatizadas, trabestias, racializadas, migrantas, monstruas, cuerpas mutantas, que ya no están.

Aquí hay muertas, maravillosas existencias, quitadas de la vida por los eternos envidiosos de su maravillosidad. Hay muertæs bilipendiadas por la prensa y la sociedad, de esæs que desbordan los márgenes de la pacificación forzada de estos tiempos y que son auto-responsabilizadas por los asesinatos, agresiones y vejaciones que se les cometieron.

Aquí hay muertas, estigmatizadas porla normalidad que procrea constante distintas formas para intentar controlarnos, para intentar aniquilar y desposeernos de la potencia de nuestras rarezas y capacidad de singularizar.

Aquí hay muertas, asesinadæs, a quienes matan no sólo para quitar una vida, sino como método para expropiarnos a muchas, la capacidad de intentar otras vidas posibles fuera de las trazadas por el deseo de normalidad.


Este espacio es al mismo tiempo un archivo, un homenaje, un memorial. Es también otras cosas... tal vez un vómito, un canalizador, una tormenta de lágrimas poderosas. Es un llamado al recuerdo, un aullido de guerra a la guerra, un entramado de historias de læs desterradæs de la Historia oficial. Es un latido de memoria, una llamada a no dudar de lo que presencian nuestros sentidos cuando percibimos el exterminio que nos rodea, una maldición a quienes nos han puesto las manos encima para dañarnos. Aquí en este espacio cubierto de muertæs, no hay hechos aislados.



Y Hay tantas y quisiera nombrarlas a todas, no olvidar a ninguna. Con todæs en el putito corazón...




jueves, 29 de marzo de 2018

A los feminicidas se les dice "animal" "bestia" "maricón" "monstruo" pero no son eso, son hombres, simples y normales hombres, tan normales y corrientes como cualquier hombre. 
Sostener este imaginario del femicida y del violador como un ser anormal o desconocido, alimenta aún más la "inocencia" y vulnerabilidad con que se nos cría en esta sociedad. Ese imaginario también refuerza la idea de que el femicidio y la violación son hechos aislados (y no la constante que sabemos que es), también refuerza el impulso generalizado de no creerle a la sobreviviente y de extrañarse cada vez que se sabe de alguna agresión que cometió un weón... (por nobrar sólo algunas de las tantas cuestiones pencas que refuerza ese imaginario). El feminicida y el violador no es un animal, no es un monstruo, es un hombre como cualquiera que conocemos.



#pensamientosdemostrua #pinturadeArtemisiaGentileschi


viernes, 23 de marzo de 2018

23/03/17 desahogo del año pasado #pensamientosvigentes

Que desesperación vivir en un mundo donde el abogado de Mauricio Ortega pueda dar su nombre publicamente y televisar su rostro sin temor alguno.. Y Nabila Rifo, así como otras tantas sobrevivientes de agresiones machistas tengamos que temer de que nuestros agresores (y sus familiares y amistades) sepan donde vivimos y por donde andamos; Y tengamos que elegir entre el silencio o las represalias, de las mas variadas y naturalizadas represalias que pueden ir desde judicialización, autoculpar, revictimización amenazas acoso, acoso virtual, agresiones, llegando incluso hasta tortura y el asesinato. Y que no importe, si estas amoratada, cortada, sin ojos. Que no importe si te encontraron asesinada cruelmente destruida, amarrada, adentro de una bolsa, descuartizada, quemada, que no importe nada, tu destrozo, tu desaparición, las interminables horas en que fuiste violada o golpeada, que siempre sea culpa tuya, de tu forma de vida, de lo que provocas en los demás, culpa tuya por existir, por respirar, y que si sobreviviste tal vez no fue para tanto, tal vez te lo investaste, tal vez lo provocaste, tal vez te lo merecías. Tal como se estigmatizó una y otra vez a Melina Romero, tal como se silenció a María Pía Castro, tal como se banalizó a Litzy Odalis, tal como se ha invisibilizado a Nicole Saavedra Bahamondes, tal como se ha malhablado de Susana Sanhueza Aravena. Porque ser reguetonera, ser lesviana, ser trava, ser una mujer trans, ser trabajadora sexual, maraquear, callejear, parece ser suficiente prueba para deslegitimar e incluso borrar la atrocidad que se te ha cometido. Perdonen las palabras crudas, pero de verdad me carcome el corazón los niveles de normalización y pacificación con que hemos de vivir en este régimen heterocapitalista.

#pensamientos #desahogosdebixxxa



miércoles, 21 de marzo de 2018