Este espacio en [de]construcción es un registro de cuerpas asesinadas en la crueldad que la heterosexualidad como régimen político detenta para ciertas existencias.

Travas, tortilleras, maricas, tomboy, prostitutæs, mujeres trans, mujeres estigmatizadas, trabestias, racializadas, migrantas, monstruas, cuerpas mutantas, que ya no están.

Aquí hay muertas, maravillosas existencias, quitadas de la vida por los eternos envidiosos de su maravillosidad. Hay muertæs bilipendiadas por la prensa y la sociedad, de esæs que desbordan los márgenes de la pacificación forzada de estos tiempos y que son auto-responsabilizadas por los asesinatos, agresiones y vejaciones que se les cometieron.

Aquí hay muertas, estigmatizadas porla normalidad que procrea constante distintas formas para intentar controlarnos, para intentar aniquilar y desposeernos de la potencia de nuestras rarezas y capacidad de singularizar.

Aquí hay muertas, asesinadæs, a quienes matan no sólo para quitar una vida, sino como método para expropiarnos a muchas, la capacidad de intentar otras vidas posibles fuera de las trazadas por el deseo de normalidad.


Este espacio es al mismo tiempo un archivo, un homenaje, un memorial. Es también otras cosas... tal vez un vómito, un canalizador, una tormenta de lágrimas poderosas. Es un llamado al recuerdo, un aullido de guerra a la guerra, un entramado de historias de læs desterradæs de la Historia oficial. Es un latido de memoria, una llamada a no dudar de lo que presencian nuestros sentidos cuando percibimos el exterminio que nos rodea, una maldición a quienes nos han puesto las manos encima para dañarnos. Aquí en este espacio cubierto de muertæs, no hay hechos aislados.



Y Hay tantas y quisiera nombrarlas a todas, no olvidar a ninguna. Con todæs en el putito corazón...




domingo, 22 de abril de 2018

A las esposas fieles que dan gratis desde hijos hasta servicio doméstico integral, los weas también las matan. Hasta las monjas, esas fachas servidoras de la iglesia inquisidora, son violadas y asesinadas. 
Así que digo que nos demos la posibilidad de disfrutar lo maravillosamente desviadas que somos, lo más que podamos, porque después las agresiones de este régimen heterosexual vienen igual, si bien cada cuerpa con distintas formas, niveles y crudeza en su opresión, dependiendo de cuan lejana esté del ideal de normalidad 
 
                              ◍

Tarde o temprano se paga el precio de no ser un hombre cis hetero blanco normalizado. Así que deseo, que la maravillosidad de nuestras trabestialidades no se apague por el miedo. Así que deseo no dejar más que nos avergüencen por el brillo y la regietud que llevamos a cuestas, ni que nos despoliticen esta glamorosa hambre y sed de venganza.